viernes, 1 de febrero de 2019

Quiebre

He llegado al punto de quiebre de esta semana.
Bueno, para que voy a mentir, es mucho lo que la grieta abarca 
Veo como se agrieta mi vida mía, 
mi vida con otros,
las vidas mías ajenas
y mi visión de todo.

Y es que al fin de este experimento social,
de este juego, siento que he perdido más de lo que he ganado y comprendido.

Y me he dado cuenta,
me asfixia la nada que poseo.
Esa nada que cala todo.
Esa vida que no tengo.

Y es que me da rabia y hasta siento algo de autocompasión,
lástima y pena por la niña que usa mi nombre.
Ya me parece saborear la tristeza, de la sombra de pelo corto que me acompaña.

Lucho por construir una vida incierta, 
y en mi propia intención y lucha, siento éfimera la estrella del norte.
De un segundo a otro soy el ser más afortunado.
Al otro pasando por lo simple y lo común, hasta yacer sumergida en la honda miseria.
Creo que después de hallarme en el frío rincon del infierno Dantesco
la idea ya no es tan grata. Y la soledad ahonda.
Y creo que te necesito a veces más de lo que me necesitas.
Y así es como se abre la rendija y la voluntad y la cordura,
descienden y cierran los ojos al soplar cobijadas del invierno subterra.

Y en esos momentos me vuelvo blanda
Lisa y de satén como un globo.
Y todo alrededor parece mostrar una horizontal paralela fila filosa de dientes.

He llegado al quiebre.
Ese momento en que la felicidad se da la vuelta.
Apartando su misericordiosos ojos de los míos y se aparta
Y yace y mira sardónica.
Y en ese momento.Veo la realidad. Veo mi realidad, las otras realidades y mi incapacidad y mi invidencia.
Soy una ciega con un bastón deseando capturar observancia, pero a su vez.
En esa lucha enfrascada de encontrar los iridiscentes colores sobre mí.
Tanteando con violencia el espacio con el baston a mi alrededor
Los transeuntes han esquivado y seguido con sus vidas, ignorando al mendigo invidente.

He llegado al quiebre.
He perdido.
Perdí a la fulgente niña de mirada triste.
Y confieso, ella confiesa.
Su suicidio y yo mi asesinato.
Crimen planificado y premeditado...
A los inocentes susurramos el viaje.
Los cautos y sensatos saben que de ese tipo de viajes no se vuelve.
Y de cierta forma el sol es más opaco,de cierta forma el verde es gris, el naranja es gris, y el amarillo gris.
Como la visión de una vida de perros.
La vida entre matices daltonicos monocromaticos oscuros.

Blanda, lisa y de saten.
Ascendiendo en dirección a la vista del girasol.
En mi propia ironía, antítesis, migrando hacia lugares mas cálidos.
Queriendo ser aferrada a tierra por la mano obcesa de una amorosa vista infantil.
Pero siempre en un anhelo insano ascendiendo queriendo abrazar al sol. Escapando.
Una ironía, una antítesis. Y la paradoja del momento, de mí misma.
Caer en cuenta, que no tengo derecho a quejarme.
Porque yo misma en mi invidencia e ignorado el filo 
Arrojandome suicida al vacío provocando este
Quiebre.