Te siento en el filo de una taza de café.
En el calor inmóvil de una almohada durmiente.
En una sonrisa que se desliza en la esquina superior de mi labio.
Cada vez que dejo mi calor en un abrazo.
Te siento en el vacío que queda en mis brazos cuando abrazo el vacío.
En una arpegio que se hace canción y habla de más.
En una par letras que susurran entre líneas
En un par de versos que gritan en un par de rimas.
Te siento en el susurro de la mente cuando recuerdo.
Te escucho cuando escucho mi risa en otros momentos.
Siento tus dedos acariciando mis cabellos cuando lo hace el viento.
Siento el veneno del olvido en cada uno de tus silencios.
Te siento en cada letra que escribo.
En cada kilometro imaginario como se suma otro cero.
Como cada segundo no es el mismo que el anterior.
En cada recuerdo que cargo a cuestas en mis ojos.
En cada presión, en cada dolor que desgarra mi pecho.
En la última lagrima que derramé.
Al intentar no sentirte.
Al prometer que no volvería a escribirte a ti
Otro par de tímidos y solitarios versos.
26.02.2011
